¿Quién no ha querido jugar nunca al “Juego de la verdad”? En esta ocasión Óscar Jaenada nos dice que “Todos estamos invitados” a entender que en Euskadi se puede llegar a vivir con miedo siendo una victima de ETA sin estar en el cementerio para mostrarnos también el lado contrario y ponernos durante casi dos horas en el papel de un guerrero vasco que un buen día y después de perder la memoria se da cuenta que la libertad de Euskal Herria no reside en las armas y que dialogando se puede llegar mas lejos que con la violencia ¿Será un preludio de lo que tantos españoles queremos?
En esta película te vemos interpretando el papel de un “gudari” vasco. ¿Cómo te preparas el papel?
Yo me trabaje este papel como tres. Esta el líder del comando de ETA, que termina su papel en la secuencia cuatro con el accidente, el enfermo amnésico y el supuesto enfermo amnésico. Cada uno tenía su dedicación. El primero fue mucho estudio, mucha lectura, preguntar, mirar y tener la suerte de haber estado en esa tierra durante muchos años. El haber escuchado el cantábrico y saber de que se habla… sus deportes, sus fiestas, sus cosas… Hacer un poco de síntesis de lo que significa un “gudari” de ETA.
El segundo personaje, si que me lo prepare en una residencia, donde estuve una temporada para preparar algunos ejercicios y trabajo físico. Y luego el tercer personaje, que es el mas inteligente, que se monta todo eso para salir del comando y que es el mas inteligente ya que tiene que hacer una cosa pensando otra.
Querías ser ingeniero aeronáutico pero terminas siendo actor ¿Por qué?
Creo que lo que te tira es estudiar. Pero hay un momento en la vida en la que se te plantan otras cosas. Yo era muy bueno en mis estudios pero descubri la musica, el cine y me perdí un poco.
Has querido estudiar pero no has estado en ninguna escuela de interpretación…
Yo comencé en una compañía de teatro llamada “L’ endoll” que me monte en el pueblo, junto a tres colegas donde hacíamos teatrillo. Así que un buen día me plantee hacer los cursos de interpretación en varias escuelas pero la verdad es que dure dos días. Primero porque era mucho dinero el que se tenia que pagar y segundo porque me sentía ridículo. Lo que yo quería contar era otra cosa y mi manera de trabajar era de otra forma. Decidí continuar trabajando subiéndome a los escenarios de la calle, marchando por los pueblos hasta que dije, voy a probar algo mas serio para irme a Madrid y ver si puedo ganarme la vida en esto.
Te vas a Madrid con 23.000ptas, duermes en la calle y por tu trabajo de camarero tienes la oportunidad de conocer a Luís San Narciso…
Si que es una chaladura, pero meditada. No sale de golpe coger un buen día y decir me marcho. Yo trabajaba en una discoteca, de donde terminaba a las 6 de la mañana y me acuerdo de muchos días en los que sentado en las escaleras del bar pensaba que yo ahí no hacia nada y que necesitaba contar algo de alguna manera. Así que cogí un buen día y les dije a mi familia que me iba a intentarlo, que sea lo que dios quiera, he ahorrado, aun que fueran dos duros (risas) y me voy pa’ Madrid a intentar labrarme un futuro.
Allí poco a poco y gracias a mi amiga Merche, que me dio cobijo en su casa y me encontró el trabajo en Hard Rock Café, pude hacer de las mías. Me presente en alguna productora sin ningún tipo de material, solo pudiendo presentar los carteles de las funciones de teatro que había interpretado aquí, pero me dijeron que me preparara un monologo que me llevo a papeles episódicos en series, para consolidarme en el cine de donde no me voy a marchar jamás.
Siempre te asociamos a papeles de “chulito” pero en esta película haces un papel contrario aun que de líder ¿Comienzo de un desencasillamiento?
La primera película que hice fue “Noviembre” de Achero Mañas, que me dio la candidatura al Goya y la que yo creo que me situó en el mundo del cine. Fue una película que hablaba de actores, una película con un grandísimo director y un tema que nos ocupaba a todos después de llevar ocho años con el gobierno popular que intentaba herir de muerte a la cultura española así que creo que presentar esta película que habla de los artistas callejeros eso me dio un nuevo registro para el mundo del cine.
¿Cómo ha sido tu experiencia en el cine?
Todo ha sido ir esperando. Pasar por momentos muy malos, es muy difícil vivir del cine en España. Yo que hago cosas de calidad e intento no hacer publicidad, ni televisión ni nada de eso. Aun que nunca me bajare de los escenarios del teatro. Yo que tengo la confianza de la academia, por las varias nominaciones que he tenido hasta el momento puedo seguir trabajando poniéndome al cien por cien.
No solo tienes la confianza de la academia si no que te avala el círculo de escritores cinematográficos que en el 2006 te consagraron como el mejor actor del año…
Me han dado bastantes premios, la verdad. Pero es difícil darles importancia. Hace poco en una conferencia yo mismo dije que no me acordaba de quien había ganado el Goya hace 2 años y nadie me contesto y luego dije fui yo. Diciendo que nadie se acuerda de los Goya, así que incluso el premio más importante no sirve para nada. Esta bien que te den premios por esas dos horas en las que te sientes grande, pero es todo fachada y no deja de ser muy banal. Estaría bien que fuera un reconocimiento a estoy haciendo bien las cosas y se espera que las siga haciendo bien.
Texto y fotos: Eric Romaguera