Empezó siendo la chica de la habitación de al lado para atreverse con personajes mucho más complejos, como el de La Chispa en Camarón, por el cual se llevó el Goya a la mejor interpretación femenina de reparto. Ahora, Verónica Sánchez interpreta en Las 13 rosas a Julia Conesa, una de las chicas fusiladas por la represión franquista en Madrid.
Sus primeros trabajos fueron en el teatro pero ha sido el cine quién le ha dado las mejores sorpresas. La hemos visto en Al sur de Granada, El año de la garrapata, Los dos lados de la cama o El calentito.
Define a Julia Conesa en una palabra.
Valiente. Me parece que no corresponde a la juventud que tiene. Que una mujer de diecinueve años que está a punto de morir pronuncie "que mi nombre no se borre de la historia" muestra una madurez increíble.
¿Y cómo es Verónica?
Antagónica. Soy nerviosa y tranquila, alegre y pesimista.
De todos los personajes que has interpretado, ¿te quedas con Julia Conesa?
Me quedo con varios, estoy enamorada de unos cuántos. De Juliana de Al sur de Granada por ser el primero. En esa película hay un antes y un después; me encantó interpretar a "La Chispa”. Fue una sorpresa después de toda la popularidad de Los Serrano que me convocaran a ese casting porque la televisión genera muchas cosas buenas, pero también muchas cosas malas.
Muchas personas creen que los actores nacen en las series y luego se dirigen al cine y al teatro. En tu caso no fue así...
Lo del teatro es como lo más fácil. No porque sea fácil de hacer, sino porque lo haces siempre. Empecé a estudiar Arte Dramático con dieciocho años después de haber hecho COU y selectividad, y decidí presentarme a las pruebas.
¿Como fácil entendemos agradecido?
Es muy agradecido, pero a la vez es muy duro porque cada noche representas lo mismo una y otra vez y hacerlo siempre con ganas y que no sea simplemente un repetir. Además el teatro se paga mucho peor que el cine o la televisión, pero sí que es verdad que tener el público vivo es una cosa que engancha mucho.
¿Dejaste Los Serrano por la presión mediática?
No, nunca dejaría que algo que se genera contra tu voluntad influya para dejar algo que sí que es tu voluntad. Bastante con que a veces dejas de ir a la playa o cosas así porque sabes que van a estar siguiéndote y no quieres salir en top-less en una portada.
¿Entonces cuál fue el motivo?
Llega un momento en que no puedes aportar nada nuevo al personaje y el personaje tampoco a ti. Hay que saber dejar las cosas en su justo momento.
Marcos (Fran Perea) ha vuelto de Francia en alguna ocasión. ¿Volverá Eva?
No, Marcos, volvió a la serie para ayudar a salir a otro personaje. A veces se necesita de un personaje antiguo para ayudar a que salga otro, pero yo no lo creo. No quiero ser radical en esto, pero creo que es una etapa que está cerrada. Tampoco volvería al instituto en la vida real. (Risas)
Pudimos verte en la serie Génesis: En la mente del asesino ¿Qué puedes decir de esa etapa?
Génesis me interesó mucho. A la gente le extrañó que volviera a la televisión. La gente cree que la televisión es un paso anterior al cine. Si te vas al cine y luego vuelves a hacer televisión es que das un paso atrás y yo no lo veo así. Me gustan los personajes y las buenas historias, aunque el cine me apasiona por encima de todo lo demás. Nunca había hecho un personaje así, me interesó y dije, adelante.
¿Qué te interesaría hacer que no hayas hecho?
Es una pregunta difícil. Sí que sé de películas que dices “ojalá hubiera estado ahí”. La última con la que me pasó fue con La vida de los otros que acabó y me hinché a llorar, por un lado como espectadora, y por el otro, porque quería hacer eso.
Viviste con Félix Gómez. ¿Cómo fue trabajar con él en El año de la garrapata?
Félix y yo nos conocimos en Sevilla haciendo teatro en un grupo del que formamos parte con diecinueve o veinte años, llamado 7 teatro. Él se fue a Madrid, luego me fui yo, y pasé por muchas casas. Un buen día él se quedó con una habitación libre en su piso y me propuso ir a vivir juntos. Cuando hacíamos teatro nos decíamos "¿te imaginas estar algún día en el cartel de una peli?". Soñábamos con trabajar juntos en una peli y es algo que ya hemos conseguido.
¿Qué sueños te quedan por cumplir?
Yo no dejo de soñar, voy generando sueños nuevos cada día. Voy soñando con metas pequeñas porque las que son muy grandes se me hacen imposibles y no me gusta frustrarme. Creo que en esta vida lo más importante es el amor y los sueños, y a medida que los vas cumpliendo, siempre sueñas más.
Texto y fotos: Eric Romaguera
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