Vero Morales: “La risa es una herramienta contra la crisis”

Vero Morales se define como una persona simpática y soñadora, y la verdad es que lo es. Desde muy pequeñita hacia reír a todo el mundo con solo mirarle a la cara. Siempre fue una niña "ternesca" aun que en el colegio tubo distintas experiencias que marcaron su carácter de “Chunga” como aquella vez en los carnavales de 1993 cuando su madre le hizo el disfraz mas original que aun a día de hoy hace que los compañeros que pasan por delante de una oficina de correos se acuerden de ella.
Cabe decir, que si hay algo que Vero hace bien es conducir, pues los taxistas de Barcelona y de la periferia están encantados en su manera de rellenar el PA (Parte Amistoso).
Su coche habla con ella en un lenguaje que no todos saben entender y ella en muchos casos tampoco, ya que tiene que hacer grandes esfuerzos para saber lo que le esta diciendo su vehiculo. Vehiculo y conductora son inseparables, pues considera que su coche es como su casa y si no esta mas tiempo en el es porque no tiene barra americana. Sus fieles pasajeros son los “Peluches” que la acompañan. ¿Pensáis que es una infantil? A los valientes que aun no conozcan el miedo, les animo a que se suban al coche con ella.
Su sueño desde pequeña es convertirse en princesa, por eso busca y rebusca al príncipe de sus sueños. De momento se conforma con llamar a los Mosssos d’ Esquadra cada vez que pierde su coche para que la escolten como a Doña Letizia.
Y es que a Vero Morales, la podemos ver en el Teatreneu los lunes salteados con el espectáculo “Los pinches de la cocina de los monólogos” donde junto al resto de sus compañeros consigue arrancar al publico una de esas risas de lunes para empezar lo mejor posible la semana. No sabemos como se le da el tema de la cocina, pero si que les podemos decir, que con el humor de Vero Morales entre los fogones quedaran mas satisfechos que con un plato en ciertos restaurantes de alta cocina.
Ya estas echa toda una “Pinche de la cocina de los monólogos” ¿Cómo llegas hasta la escuela de “7 d’ Acció”?
Pues llegue caminando. Siempre he querido dedicarme al mundo del humor, un buen día me salió esta oportunidad de la mano de Albert Boira y me dije que al menos intentaría tirar adelante porque no tenía nada que perder.
Sobre el escenario cocinas unos monólogos de rechupete ¿Qué tal se te dan los fogones?
Sinceramente bastante mal, pero la carne con salsa que hago me queda muy bien. Si no me sacas de eso, puedo decir que domino la cocina, pero fuera de ese plato, todo se me hace grande. Yo soy de ver a Karlos Arguiñano, pero no me fijo demasiado en las recetas y siempre termino quedándome con los chistes.
Son muchas las localidades que han disfrutado con tus actuaciones y como no, algunos lunes te podemos ver en el Teatreneu de Barcelona con el espectáculo “Los Pinches de la cocina de los monólogos” ¿Qué ha supuesto este paso para ti?
Me ha permitido tener más seguridad en mi misma y he aprendido a desdramatizar y a tomarmelo todo con un poco mas de humor, que hace mucha falta.
Que estamos en crisis no lo puede discutir nadie. ¿Crees que la risa es una herramienta para superarla?
La risa es una herramienta contra la crisis, además a 5 euros la entrada es muy fácil reírse y dicen que de las crisis se aprende. A ver si con esta aprendemos a reírnos un poco mas. De momento, nosotros lo hemos conseguido.
En el mundo del humor ¿Con quien te tomarías un café?
Te tengo que decir que admiro a Dani Rovira, ya que me encanta su manera de hacer monólogos y su estilo de Cuentacuentos. Detrás de todos sus monólogos esconde una lección moral que te hace reír pero a la vez te hace reflexionar. He tenido la suerte de conocerlo y para mi es un logro. Además, lo tengo agregado en Facebook.
¿Qué dejas atrás para dedicarte al mundo del humor?
No dejo nada pero ahora mismo me supone mucho sacrificio. Trasnocho y luego tengo que madrugar, pero llega un punto que esto compensa y que subirte al escenario y que el publico que tienes delante se ria contigo, te hace sentir mucho mejor y olvidar todo lo malo que te ha pasado durante el día.
Todo lo bueno tiene algo malo…
Si, pero me compensa porque hay un grupo muy consolidado y entre todos los pinches hay muy buen rollo. Un aplauso es un subidón y encima lo puedes compartir con aquellas personas que quieres.
En tu monologo nos hablas de tus carnavales, de tu camping, tus anécdotas…. ¿Como te has inspirado?
Todo lo que cuento son cosas que me han pasado. Si que es cierto que de pequeña mi madre me disfrazo de buzón y que he pasado largos días en un camping. Si que lo adorno y lo exagero, pero la base es toda mía y experiencias propias vividas en mis carnes.
De todo lo que has vivido ¿Hay algo de lo que te arrepientas?
Todo lo que he vivido me ha hecho ser como soy hoy. He aprendido a sacarle provecho de esas equivocaciones y que hoy sea una anécdota que me haga reír a mí y sirva para que los demás, se rían conmigo.
Al principio del monologo dices que al ultimo tío que te intento tirar la caña se la metiste por el culo. Ahora que te subes a un escenario ¿Te han tirado más la caña? ¡No te creas! No me entra nadie. Me tienen miedo.
Te defines como la chunga ¿Eres realmente así?
Mis compañeros dan fe de que gasto muy mala baba, pero en realidad soy un trozo de pan. En realidad el último tío que me tiro la caña casi me lía para que le muerda el anzuelo… por eso se la metí por el culo


Texto y Fotos: Eric Romaguera